Como dijo John Lennon, "No podemos tener
una revolución que no involucre y libere a las mujeres." Es esencial que
las mujeres tengamos los mismos derechos y oportunidades que los hombres, y
aunque estemos en pleno siglo XXI, por desgracia, no es así. Por ello
deberíamos educar en la igualdad desde la escuela para lograr una equidad entre
géneros.
Han sido tantas las mujeres que han luchado por la
igualdad y que perdieron por el camino, que no podemos quedarnos de brazos
cruzados. Tenemos que lograr, tanto en los países orientales como en los
occidentales, que hombres y mujeres tengan los mismos derechos, cumpliendo los
objetivos que nos hemos propuesto.
A través de las luchas por la igualdad, hemos
conseguido derechos tales como la vida laboral, y ante todo el poder decidir en
qué y cómo queremos trabajar, qué queremos estudiar y cómo queremos llevar
nuestras vidas. Es importante destacar lo que nos ha costado lograrlo.
Antiguamente, como explica el artículo, había
profesiones típicas de mujeres, como la de maestra, enfermera, cocinera, etc.
Hoy día, por suerte, son profesiones más dinámicas, que permiten tanto a hombres
como a mujeres formar parte de ellas. Nuestro sexo y nuestro género ya no sesgan nuestras
oportunidades.
España, por su situación política, ha sido un país que ha sufrido un mayor retraso respecto a todo, no sólo a la igualdad, dado que sufrimos una dictadura
militar durante más de treinta años. Por ello, nos ha costado más lograr una
igualdad, incluso en el simple hecho de asistir a la escuela mixta.
A partir de los años ochenta se fundaron instituciones
como el Instituto de la Mujer y ciertas políticas que facilitaban la igualdad
entre niños y niñas. Sin embargo, en el ámbito educativo ha habido mayores
problemas a la hora de conseguir la equidad, ya que es un ámbito muy complejo y
tiene muchas dimensiones que trabajar. Nos ha costado mucho lograrlo, pero hoy
día podemos decir que, a pesar de los currículums ocultos que favorecen aún hoy
al hombre, hemos conseguido que nuestras voces sean escuchadas.
Por ello hay que hacer nuevos planes de estudio, que
destaquen la igualdad general entre mujeres y hombres, impartiendo asignaturas
y materias que destaquen la igualdad de oportunidades, de derechos y de
formación.
En la normativa queda claro que tenemos derechos y
oportunidades fundamentales que deben cumplirse, pero aun así no se concreta
que las enseñanzas y competencias deben ser similares, lo que puede llevar a
confusión, y tampoco dan guías para conseguir los objetivos. Por ello hay que
ampliar el punto de vista.
En nuestra labor docente debemos promover la igualdad
entre los alumnos, dándoles las mismas oportunidades y los mismos derechos,
tanto a niños como a niñas. Debemos
enseñar que todos somos iguales, y hacerlo de manera activa, pues es una
necesidad ampliar los contenidos que trabajan la igualdad tanto en E.I., E.P. y
la ESO.
Debemos destacar, como dice el artículo, que la
igualdad es un tema transversal, esto es, es imprescindible trabajarlo en todas
las áreas de desarrollo.
Es una necesidad básica lograr que las personas crean que la igualdad es algo imprescindible, que somos iguales y que merecemos tener las mismas oportunidades vitales, los mismos derechos y deberes.
Anguita Martínez, R. y Torrego Egido, L. (2009)Género, educación y formación del profesorado.[Versión electrónica]. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17-25. Recuperado de: http://ww.w.aufop.com/aufop/uploaded_files/revistas/1234883102.pdf#page=17 a fecha: 25 de diciembre de 2014
Buen artículo, e interesante reflexión. Es cierto que hay personas que aún hoy día confunden feminismo con hembrismo, y que no se dan cuenta de cuan importante es luchar por nuestros derechos para poder lograr la igualdad.
ResponderEliminarNoelia, por eso mismo creímos esencial publicar un artículo que reflejase la importancia de seguir luchando por la igualdad. ¡Gracias por comentar!
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